Mecanicas de Interpretacion
¿Estás cansado de que los personajes de tus jugadores solo abran la boca para declarar que tienen visión en la oscuridad? ¿Te gustaría darles un empujón para fomentar su participación en la narrativa? En la entrada de hoy, vamos a explorar las mecánicas de interpretación en los juegos de rol, comenzando por su definición y abordando varias estrategias para implementarlas. También analizaremos su impacto, los problemas comunes que pueden surgir y cómo utilizar estas mecánicas para promover la interpretación en tu mesa de juego.
La interpretación en los juegos de rol
Aunque los juegos de rol más clásicos se centraban en la simulación y el mazmorreo, la interpretación de los personajes era un ingrediente esencial que brindaba a los jugadores la oportunidad de otorgarles a sus personajes conflictos y metas más allá de la mera supervivencia.
En ausencia de mecánicas de interpretación, un jugador que controlara a un guerrero asumía su rol y priorizaba decisiones para mejorar su destreza marcial, mientras que un mago mostraba mayor interés en adquirir conocimientos y un pícaro buscaba riquezas. Esto sucedía sin gran esfuerzo por parte del director de juego, aunque, dependiendo de la mesa, podría no ocurrir, convirtiendo el juego de rol en un simple juego de mesa donde los personajes son meras fichas manipuladas por los jugadores.
La interpretación, en muchas ocasiones, no genera un beneficio directo y mecánico. Por ello, cualquier interpretación más allá de una personalidad básica basada en un estereotipo será una excepción en mesas con jugadores poco experimentados o poco motivados para la interpretación.
Con el tiempo, los videojuegos de rol ofrecen una experiencia más guiada y avanzada en comparación con las sesiones de mazmorreo donde los jugadores no interpretan a sus personajes. Es facil asumir que, debido a esto, la mayoría de la escena independiente en los juegos de rol enfatiza más la interpretación.
Mecanicas de interpretación
Cuando una mesa de jugadores sin experiencia en interpretación comienza a encontrar una campaña repetitiva, considerar la introducción de mecánicas de interpretación puede ayudar a introducirlos en esta modalidad de juego.
Una mecánica de interpretación proporciona una ventaja mecánica cuando el jugador interpreta a su personaje de manera específica. En la actualidad, sistemas como Hitos, Fate o Freeform Universal basan su funcionamiento en etiquetas que los jugadores pueden activar para obtener beneficios, como ventajas en una tirada. En estos sistemas, la mecánica de interpretación es fundamental.
Por otro lado, hay sistemas donde esta mecánica es menos central y se encuentra en la periferia. Por ejemplo, Runequest 6e cuenta con un sistema de Pasiones que permite definir una alineación. Cuando un personaje actúa a favor o en contra de esas pasiones, sus probabilidades de éxito se ven afectadas. Aquelarre evalúa a los jugadores al final de la partida para otorgarles puntos de aprendizaje, y Stormbringer 3e hace algo similar al otorgar Elan, basándose en el comportamiento del personaje en relación con el dios al que sigue.
Finalmente, podría hablarse de mecánicas sutiles que terminan olvidándose con frecuencia y cuyos ejemplos, bajo ningún sesgo negativo propio, son todos de D&D 5e: La inspiración, los patrones de los brujos o los juramentos de los paladines.
Los jugadores con poca motivación para interpretar son como un río caudaloso y las reglas de interpretación actúan como tablones de madera, llenos de grietas por donde el agua se cuela igualmente. Por eso, la introducción de una mecánica de interpretación no enderezará ese río por sí sola, pero puede ayudar a evitar que se desborde.
Si las ventajas son demasiado grandes y las reglas muy rígidas, los jugadores podrían intentar explotar el sistema. Por otro lado, si las reglas son arbitrarias, podrían generarse tensiones entre jugadores y director. No hay que emocionarse, el equilibro deberá ser encontrado, habitualmente mediante el ensayo y error.
Desafíos comunes a una buena interpretación
La interpretación requiere que el jugador esté en un estado mental óptimo para llevarla a cabo. Cuanto más complejo sea el personaje, mayor importancia tendrá este hecho, lo que requerirá una preparación más extensa. Un jugador que apenas haya interpretado a personajes complejos tendrá dificultades para encarnarlos en sus múltiples facetas.
Otro problema común es la infrecuencia de las sesiones de juego. Un jugador que interprete a un personaje de forma regular será un mejor actor que aquel que lo haga solo una vez al mes. Aunque se pueden mitigar estos desafíos tomando notas y revisándolas antes de cada sesión, no se debe esperar que esta responsabilidad recaiga enteramente en los jugadores. Como director de juego, tu enfoque debe ser garantizar que los jugadores tengan oportunidades para reflexionar sobre sus personajes, incluso fuera de las sesiones de juego.
El estado emocional del jugador también puede influir en su interpretación. Si está pasando por un mal momento, sus preocupaciones pueden sacarlo de su personaje o hacer que interactúe lo mínimo posible, simplemente para seguir adelante. En tales casos, los jugadores se beneficiarán si se respeta su espacio. Si comunican que no se sienten bien o disponibles para jugar, trata de encontrar una solución para que puedan retirarse de forma coherente o respeta su privacidad.
Las distracciones también son un factor. Un jugador distraído puede actuar de manera similar a uno desanimado, aunque la causa sea externa. Hablar con el jugador puede ayudar a descubrir la fuente de distracción y posiblemente sugerir cambios en su entorno de juego que le ayuden a disfrutar de la sesión.
La timidez también puede ser un obstáculo. Un jugador tímido o incómodo con espectadores no deseados no podrá ofrecer su mejor interpretación.
Por último, el jugador que no busca interpretar o que no coincide con el tono del resto de la mesa puede desequilibrar la experiencia de juego. La mesa de juego es como una orquesta y un jugador que desentona puede arruinar la armonía. En entornos donde se valora la interpretación, un personaje que actúa mecánicamente o que contradice el tono de la historia puede generar situaciones ilógicas o incómodas. Es fundamental establecer límites para mantener la coherencia y la experiencia de juego. A veces, tomar decisiones drásticas es necesario para preservar la calidad del juego que se desea compartir con los jugadores. Dedicas muchas horas a ofrecer la experiencia de juego que quieres compartir con tus jugadores y tienes todo el derecho del mundo a decir «no» a quienes puedan arruinarla.
El Director de Juego como facilitador
Siento pedirte esto, sé que dedicas muchas horas a preparar la aventura, pero… Debes implicarte también en la creación de personajes. Los jugadores tienen que estar al tanto del tipo de experiencia que quieres ofrecerles, así como expresarte sus expectativas para la campaña, de modo que puedas realizar los ajustes necesarios1. Antes de empezar a desarrollar la idea que tienes en mente, debes llegar a un punto en común con ellos.
Lo ideal sería realizar una creación de personajes guiada con cada uno de ellos. Hazles preguntas, reflexiona sobre cómo encajar sus historias en la tuya, si es posible. Los personajes con un trasfondo trabajado son más fáciles de integrar y dirigir que aquellos que solo buscan pelear sin un objetivo más allá. Si su meta es encontrar a sus padres o esconderse del cobrador del frac, que les pisa los talones, tienes elementos en el mundo que puedes incorporar en tu historia para mantener su motivación.
La motivación de mi personaje es la supervivencia
Samuel Serra, lleva a un hobbit cocinero de la segunda edad.
Vamos, todos sabemos que si Bilbo Bolsón tuviese como única motivación la supervivencia se quedaría en su agujero y no saldría, un poco como ese primo tuyo que no baja a saludar cuando viene visita a casa y que para nada eres tu.
En cuanto a dirigir una partida, es esencial predicar con el ejemplo. No seas tosco y evites decir algo como: ‘El rey quiere agua’. Tus jugadores, especialmente los menos experimentados, están descubriendo su estilo de juego y al principio probarán diferentes enfoques para ver qué les funciona mejor. Si tu grupo es nuevo en el rol, bríndales un ejemplo que refleje lo que esperas de ellos. Si son más experimentados, el esfuerzo será mayor, pero con paciencia lograrás guiar la partida, después de todo, para eso te pagan2.
Sobre todo, disfruta con lo que haces, es natural tener fases de burnout tras muchos meses seguidos de rol, especialmente cuando tienes trabajo y te falta tiempo para hacer lo que antes hacías entre partidas de PUBG. Si necesitas un descanso, tómatelo, un director de juego quemado no va a poder facilitarle nada a nadie.
Conclusión
Las mecánicas de interpretación en los juegos de rol son una herramienta valiosa para enriquecer la experiencia de juego. Aunque puedan presentar desafíos, desde la falta de práctica hasta problemas personales, su implementación puede potenciar la inmersión y el compromiso de los jugadores con sus personajes y la historia. Es tarea del Director de Juego fomentar un ambiente propicio para la interpretación, colaborando en la creación de personajes y modelando un estilo de juego que anime a los jugadores a sumergirse en sus roles. Con paciencia y dedicación, se puede lograr una narrativa más rica y satisfactoria para todos los participantes en la mesa.
Escribid, que no os hará daño.
Notas al pie
[1]: Si, tú, el que usa campañas prefabricadas ¿te crees que te vas a librar? Si quieres hacer las cosas bien, vas a tener que adaptar el contenido original a tu mesa y los personajes que van a participar, por mucho que el material diga que la campaña se puede jugar tal como está. Los tres pilares de la narrativa son guión, ambientación y PERSONAJES. Si tu campaña no se adapta a los PERSONAJES descubrirás que, que cuaje, se sienta genuina y emocionante dependerá de la suerte y lo flexible que seas a la hora de improvisar unos cambios que deberías haber tenido preparados.
[2]: O te obsequian con regalos, si no eres profesional, es algo que se hace para agradecer al director de juego su dedicación, no para comprar su voluntad. Ya hablaremos de las presiones y los sobornos en otra ocasión.
