A tomar por saco las novelas, quiero ser guionista de cine

Acabas de comenzar con el blog, no puedes cambiar ahora la temática

E.E.M, quien prefiere mantenerse anónimo.

Y así es como la primera entrada de la sección de reseñas de libros y manuales de escritura es tomada por un manual escrito para guionistas de cine. Hoy hablaremos de El Guion de Robert McKee, también conocido como Story en el mercado inglés.

¿Por qué leer un libro que no va dirigido a escritores nóveles?

La verdad es que hacía mucho tiempo que este libro rondaba mi lista de sugeridos e incluso algunas personas lo mencionaron como una obra de referencia en la comunicación audiovisual. Sin embargo, yo simplemente pasaba por que o bien no estaba interesado en el cine a ese nivel o bien no lo consideraba relevante para mis objetivos como escritor.

La cosa cambió cuando terminé de leer mi lista inicial de títulos orientados a la escritura creativa. Me apetecía leer algo más denso. Federico, un compañero de trabajo que también escribe y a quien no he pedido permiso para poner su nombre en esta entrada, me recomendó otro manual de este autor: El Dialogo. Todavía no me lo he leído.

Lo que si hice fue hacer gimnasia mental para justificarme a mí mismo que El Guion tenía cosas que aportar aunque estuviera dirigido a guionistas de cine. Mi razonamiento ahora en retrospectiva te diría que era: «Son medios diferentes, pero en una sociedad acostumbrada a la inmediatez y la satisfacción instantánea quizá escribir de un modo visual, condensado e impactante logre captar mejor la atención de una juventud que cada vez tiene menos tiempo libre«, pero la realidad es que fue más como: «Igual tiene algo aprovechable sobre planificar tramas, que estoy muy verde«.

La cuestión es que al final, la empresa esa ultra millonaria de libros y compras online logró salirse con la suya mediante tan agresiva publicidad y ahora tengo una copia digital del libro en todos mis dispositivos. Y resultó ser bueno.

Los temas que trata

El libro consta de cuatro partes, una introductoria, dos más técnicas y una última donde se dan algunos consejos, agrupados por temas.

En la primera se tratará de un modo más filosófico el arte de contar historias. Las partes técnicas comenzarán con la segunda parte, que trata los fundamentos y desglosando los elementos básicos de una historia; continuando con la tercera, que nos muestra una perspectiva más amplia, con el diseño narrativo.

Quizá la cuarta parte sea la más enfocada a guionistas y en ella algunos consejos son muy específicos del medio, pero sigue valiendo la pena leerlo, aunque sea solo por curiosidad.

Lo que he aprendido

Es uno de los manuales de escritura que más ha influido en mi proceso junta al de cierto autor mormón que se dedica a la fantasía.

Diseño escalable

Mientras que unos autores te pueden hablar de escribir sin restricciones hasta obtener un borrador que depurar u otros te pueden decir que controles que promesas preparas para establecer con antelación sus recompensas, McKee te habla también de una construcción y diseño más pormenorizado.

Los actos, que deben presentar el conjunto de conflictos y tramas a los que se enfrentan los protagonistas y mostrar su progreso desde el incidente incitador o el anterior clímax hasta el siguiente.

Las secuencias y escenas, que ninguna debe ser estática. Todas deben presentar una evolución o un cambio desde su primer golpe de efecto hasta el último. Hablando de esos golpes de efecto: Son las acciones atómicas que componen nuestras escenas, los puros actos y hechos que hacen progresar la misma hasta el punto de inflexión, donde el cambio mencionado se materializa.

Cada línea escrita en el borrador final debe tener su propósito y una ingente cantidad de trabajo previo antes de comenzar a escribirlo.

El subtexto

Los guiones de cine pueden necesitar que se establezca un subtexto que no se va a transmitir de forma literal al medio audiovisual y deben dejar espacio a los actores y el director para hacer a los personajes y los escenarios suyos.

En la narrativa, nosotros somos los directores y nuestros personajes los actores, la metodología de McKee nos ayuda a gestionar un proyecto novelístico como una producción de cine, con sus ventajas y desventajas.

El Guion nos enseña que debemos conocer las circunstancias de nuestros personajes a fondo, aunque no vayamos a plasmarlas en el papel, antes de escribir siquiera la primera línea de diálogo.

Gestión de ritmos y conflictos

En El Guion se nos habla de los tres niveles de conflicto, otros autores los suelen llamar tramas: De personaje, de relación y de mundo. McKee las llama conflictos y te habla de complicación cuando estos tres tipos se presentan al mismo tiempo y se cruzan entre ellas. Defiende que las historias progresan a través del conflicto y que sin conflicto no hay historia.1

En cuanto a los ritmos, se mencionan de distintos modos en el manual: Con tácticas para manejar el ritmo a través de la carga emocional (positiva o negativa) o de valores (bueno y malo, vida y muerte, amor y odio) de una secuencia o acto; y tácticas para manejar el ritmo para adaptarse a un arquetipo de comedia, tragedia o irónico.

¿En qué ha afectado a mi proceso?

Al terminar de leer este libro, me di cuenta de sendas carencias que tenía el trabajo que estaba realizando con mis proyectos de novela. Es bastante duro darse cuenta de que muchas cosas están mal tras dos años escribiendo, pero por suerte la vida ya me ha enseñado la lección de no caer en el sesgo de coste hundido y decidí hacer borrón y cuenta nueva.

No me extenderé mucho en decir que mi método de planificación lastraba mi capacidad creativa y lo cambié por otro que me ayudase a centrarme en un solo proyecto durante un largo periodo.

La cuestión es que siguiendo lo que he aprendido en los manuales y tratando de evitar errores pasados, tomé la primera entrega de la saga y comencé a desglosarlo como McKee sugiere para reconocer que escenas serían necesarias y cuales sobran.

Y resulta que si trabajas sin planificar, terminan sobrando muchas cosas2.

También tomé a los personajes más importantes de la historia y desarrollé para ellos tramas que les permitieran evolucionar (de personaje), interactuar (de relación) y enfrentarse a adversidades (externas o de mundo). Actualmente estoy desglosando cada uno de los puntos de inflexión de esas tramas en escenas, más tarde lo desarrollaré todo en una biblia que finalmente me permita acometer el borrador.

Es mucho más trabajo y bastante tiempo en el cual no estoy desarrollando mi estilo, pero para eso tengo mis pequeños descansos, donde todavía improviso historias cortas para mis personajes de rol.

Conclusión

El Guión de McKee es un libro que recomendaría a todo aquel que quiera aprender a contar historias de una forma directa y esté abierto a planificar sus escritos con anterioridad. Si bien un escritor brújula también puede sacar mucho provecho de este libro, algunas de las partes que hablan de la planificación previa no resonarán igual de bien con ellos.

Actualmente estoy leyendo algunos manuales sobre estilo y rol, los cuales reseñaré en próximas entradas si encuentro sus contenidos enriquecedores.

Sin más, me despido. Escribid, que no os hará daño.

Notas al pie

[1]: Lo cierto es que para mi, que he tragado mucho Slice of Life en medios nipones, no era tan obvio como puede serlo para una persona que se ducha.
[2]: Imagino que esto es lo que se refieren los escritores brújula cuando dicen que la edición posterior lleva mucho trabajo extra. PD: Gracias Ana por tu trabajo.

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